La directora del colectivo Binni Laanu, A. C. de Juchitán, Oaxaca, Amaranta Gómez Regalado, fue quien me convenció de la importancia de trabajar en la construcción de una agenda en torno al VIH/SIDA al interior de los pueblos indios de México, tomando en cuenta el desconocimiento sobre su situación epidemiológica, la despreocupación del gobierno ante la problemática, frente a su ausencia en la agenda nacional e internacional, y en razón de la extrema pobreza, marginalidad, estigma, discriminación y racismo de que son objeto. Amaranta remarcaba la necesidad de coordinar esfuerzos entre el sector académico, el de salud y los líderes indígenas que desde hace varios años vienen trabajando en la lucha contra el sida al interior de su comunidades.
Por ello nos dimos a la tarea de organizar el Primer Foro Internacional sobre Pueblos Indígenas y VIH/SIDA: Rompiendo el silencio, realizado en Metepec, Puebla en el año 2006, convocado por el Colectivo Binni Laanu, el CIESAS, el Conasida, Mexfam, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), PSI, la Fundación Ford, el IMSS-Oportunidades, el Instituto de Investigaciones Hideyo Noguchi de la Universidad Autónoma de Yucatán, los Grupos Multisectoriales de Veracruz y Yucatán y el International Indigenous People’s Satelite (Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y México). Se contó con la participación de 152 personas de doce estados de nuestro país y la presencia de indígenas originarios de Perú, Chile, Canadá, Guatemala y El Salvador. El objetivo central fue visualizar la problemática del VIH/SIDA al interior de los pueblos indígenas frente a las autoridades, las agencias cooperantes, las organizaciones civiles, la academia y de los propios pueblos indios; como objetivos específicos: a) analizar el estado situacional de la epidemia en los pueblos indios en el ámbito nacional e internacional, b) discutir la necesidad de crear un sistema de información y c) sentar las bases para la construcción de una estrategia epidemiológico-sociocultural, de corte nacional en prevención para los pueblos indios de México, tomando como base las experiencias de los otros países que ya tenían camino recorrido en el tema.
En este andar fuimos parte de la organización de la Primera Preconferencia Mundial de Pueblos Indígenas y VIH/SIDA realizada en Toronto, Canadá en agosto de 2006, en la que participamos académicos e indígenas de Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y México y del Primer Foro Centroamericano en Managua, realizado en el mismo año. Simultáneamente implementamos el proyecto de investigación Rompiendo el Silencio y Construyendo Puentes hacia una Cultura de la Prevención y Atención en VIH/SIDA y otras its en los Pueblos Indígenas de México, financiado por el Censida, que logró cumplir con los objetivos planteados inicialmente: a) la conformación de diez comités de investigación epidemiológico-socioculturales en diez estados de nuestro país y la elaboración de diez protocolos de investigación, b) el diseño de un instrumento de sensibilización sociocultural para la atención médico-paciente indígena en las clínicas especializadas en VIH/SIDA de los estados involucrados, c) la capacitación de treinta y seis líderes indígenas de nueve etnias, y d) la elaboración y difusión de una radionovela en lengua zapoteca sobre VIH/SIDA, Estigma y discriminación en la región del Istmo de Tehuantepec.
En septiembre de 2007, en la ciudad de México, llevamos a cabo el II Foro Internacional Sobre Pueblos Indios, Sexualidades y Derechos Humanos: Construyendo una Agenda Global hacia la II Preconferencia Mundial sobre Pueblos Indios, México 2008, en la que se contó con la participación de interesados de los estados de Jalisco, Chihuahua, Veracruz, Guerrero, Tabasco, Oaxaca, y la presencia de especialistas de Canadá, Australia, Guatemala, Nicaragua, Belice, Honduras, Panamá, El Salvador, Chile y Venezuela. En esa ocasión los objetivos fueron mejorar la respuesta ante el VIH para las poblaciones indígenas mediante su participación, identificar soluciones a las necesidades y problemáticas vinculadas con la epidemia y la sexualidad para construir una agenda latinoamericana; promover la visibilidad y participación de estos pueblos en la Conferencia Internacional de Sida de México 2008 y organizar la II Preconferencia Mundial.
Durante este foro la CDI nos propuso la participación como asesores y capacitadores de la primera consulta a los pueblos indígenas sobre VIH y otras ITS, que les permitiera identificar la prevalencia VIH e ITS, las necesidades de educación y tratamiento, las prácticas discriminatorias y el diseño de proyectos participativos. La primera etapa de la consulta se realizó en Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Durango y Nayarit en donde se aplicaron 5 515 encuestas, en 122 municipios con menor desarrollo humano y 516 localidades. Los primeros resultados nos hablan de que 30% de los y las entrevistadas no saben qué es el VIH/SIDA, 32% carece de información al respecto, 36% no sabe cómo puede contagiarse, 42% no sabe cómo protegerse, 37% lo considera un problema de salud y 79% no contesta la pregunta sobre el estigma y las discriminación que se practica al interior de sus propias comunidades frente a una persona que vive con el virus.
Los conocimientos, necesidades y retos que hemos ido acumulando e identificando en este proceso –que hemos presentado como ponencias y artículos en la I Preconferencia Mundial de Canadá, el I y II Foro Internacional, el Congreso Nacional de VIH/SIDA e ITS, y foros estatales– nos señalan que:
Algunas investigaciones demuestran que existe mayor prevalencia de VIH/SIDA al interior de los pueblos indios –por ejemplo en Honduras, Panamá, Surinam y Canadá–, y que ésta es seis veces más alta que en la población en general, situación qué está relacionada con prácticas de riesgo (sólo 26% utiliza el condón), marginación, migración y pobreza. Por otra parte, los grupos originarios de Australia, Nueva Zelanda, Estados Unidos y Canadá han sido diezmados por la epidemia, pues registran en la actualidad tres generaciones sucesivas que se ven afectadas por el virus.
En México no existen datos ni cifras en un registro epidemiológico que tome en cuenta variables como la pertenencia a un pueblo indio o el uso de lenguas vernáculas, que nos permita conocer el impacto de la epidemia al interior de este grupo social.
Es patente el profundo desinterés por parte de los científicos sociales para desarrollar pesquisas sobre concepciones, valores y prácticas sexuales, identidades de género, diversidad sexogenérica, homofobia, homoerotismo, estigma, discriminación y VIH/SIDA. Debido a ello, existen pocas investigaciones serias que nos permitan saber en qué medida los comportamientos y prácticas inciden o dificultan la prevención. Esto está relacionado con una postura moral, que no ética, de los investigadores y servidores públicos que insisten en ver a los pueblos indios como asexuados o con patrones de comportamiento que les hace inmunes a los padecimientos de la modernidad, siendo que, como cualquier grupo humano, expresan y ejercen sus necesidades y deseos sexuales en forma semejante a la mayoría dominante.
No hay preocupación por parte del sector gubernamental, no gubernamental ni las agencias financiadoras, pues insisten en mantenerlos fuera de la problemática, lo que los condena a la invisibilidad y por ende a la ausencia de políticas públicas interculturales de prevención, atención y mitigación del daño; también los condena a la ausencia de recursos financieros para la investigación, diseño de acciones comunitarias –para lograr involucrar a los interesados– y a la falta de materiales de información, educación y comunicación en lenguas indígenas que pudieran contribuir al desarrollo de acciones efectivas.
Existen pocos líderes indígenas capacitados para hacer trabajo comunitario de sensibilización frente al VIH/SIDA y otras infecciones de transmisión sexual.
La preservación de la cultura, en algunos casos, va de la mano de los comportamientos de género, lo que coloca a las mujeres indígenas en una situación de mayor vulnerabilidad.
Una vez más salta a la vista la enorme deuda social para con estos pueblos ante la falta de reconocimiento pleno como sujetos de derecho y a sus territorios, la necesidad de igualdad de oportunidades y de poner punto final al paternalismo, el estigma, la discriminación y el racismo.
Finalmente debe señalarse la invisibilidad política de esta agenda en el terreno de la lucha nacional y global contra el SIDA que auspician la mayoría de los gobiernos, las organizaciones civiles y las financiadoras, colocando al mundo indígena en un área no prioritaria de atención.
Para actuar asertivamente en contextos socioculturales diferentes, se requieren estrategias diferenciadas y específicas de abordaje que conduzcan al conocimiento de realidades distintas desde y con los pueblos indígenas ante el VIH/SIDA: son éstos quienes deben decidir qué aspectos de su diversidad deben ser incluidos en el diseño de las políticas y acciones que se aplicarán en sus territorios y poblaciones; las acciones tienen que ser mediante el involucramiento directo de los propios actores indígenas y de otros sectores de la población (academia, iniciativa privada, medios de comunicación, gobierno, servidores públicos, agencias de cooperación, entre otros) pues sólo así, junto con un verdadero y respetuoso diálogo intercultural, se garantizará el éxito de las medidas de prevención y atención frente a la epidemia.
Esta realidad nos llevó a trabajar intensamente en la organización de la Segunda Preconferencia Mundial de Pueblos Indígenas/Originarios y Afrodescendientes frente al VIH/SIDA, la Sexualidad y los Derechos Humanos (www.preconferenciaindigena.org.mx) en el marco de la XVII Conferencia Internacional de sida México 2008, que se llevará a cabo en la capital del país el 31 de julio y el 1 de agosto. En esta ocasión los convocantes son: el colectivo Binni Laanu A. C., Kelwo-Chiloe, International Indigenous People’s Satellite Planning Committee Canadá, el Consejo Indígena Centroamericano, Vivo-Positivo-Chile, tudyssex, el Claustro Universitario de Chihuahua y el CIESAS. El objetivo central será construir una estrategia latinoamericana e interpaís para los pueblos indígenas, originarios y afrodescendientes que les permita dar respuesta efectiva a la prevención y atención del VIH/SIDA, dentro de un marco de respeto al ejercicio de su sexualidad, sus culturas y derechos humanos. Asimismo, esperamos que la presencia, los trabajos y las declaratorias de los delegados de las diversas partes del mundo logren hacer visible, en el ámbito internacional, su agenda y les permitan la elaboración de un plan de prevención, atención y mitigación del daño que evite que la epidemia del VIH/SIDA siga diezmando a los diversos pueblos indios/originales y afrodescendientes del mundo.
Miembro del Comité Organizador de la Segunda Preconferencia Mundial
de Pueblos Indígenas-Originarios y Afrodescendientes frente al VIH/SIDA,