martes, 23 de diciembre de 2008

NUESTRAS VOCES


Pueblos indígenas en la agenda de México 2008

POR VICTOR HUGO ROBLES

CHILE



Amaranta Gómez Regalado es una activista de la salud de su comunidad, investigadora social, ex candidata a diputada por México Posible y una de las más reconocidas muxhe de Juchitán, una identidad de género de origen zapoteca que resulta ser uno de los pilares fundamentales de la comunidad ubicada al sur mexicano, en el Estado de Oaxaca. Ser muxhe, transexual, travesti u homosexual -como la han rotulado confusamente- no significa que Amaranta Gómez limite su actividad a temas referentes sólo a la diversidad sexual, pues el reconocido trabajo que ha desarrollado como activista social desde los 15 años en Juchitán, su pueblo natal, incluye muchas y variadas preocupaciones. Amaranta trabaja activamente por la equidad de género, el desarrollo sustentable, la ecología, la despenalización del aborto, la búsqueda de soluciones a las dificultades que enfrentan las personas que han sido vulneradas y, actualmente, dedica sus infinitos afanes a enfrentar el VIH/SIDA en los pueblos originarios y afrodecendientes. Ese objetivo político la trajo por primera vez a Chile como invitada especial al VII Encuentro Chileno de Personas Viviendo con VIH/SIDA, realizado el 1º de diciembre en Santiago por VIVO POSITIVO, instancia donde difundió profusamente los detalles de lo que sería la Preconferencia Internacional de Pueblos Originarios y Afro descendientes y la Conferencia Mundial del SIDA, efectuadas recientemente en ciudad de México. Finalmente concluidos estos magnos eventos, una noche de octubre, empinados en San José del Pacífico, zona montañosa camino a Oaxaca, conversamos detenidamente con Amaranta Gómez Regalado sobre los eventos concluidos, sus reflexiones finales y los retos de futuro.

Desde nuestra última entrevista en Chile luego de participar en el Encuentro Nacional de Personas Viviendo con VIH/SIDA de VIVO POSITIVO, existían muchas expectativas, sueños y anhelos respecto de la Preconferencia Internacional de Pueblos Originarios y la Conferencia Mundial del SIDA, México 2008. Ahora que estos eventos ocurrieron, ¿cuál es tu evaluación final?
Diría que en la calma de toda esa vorágine tengo la sensación que, por principios, la Preconferencia logró sus objetivos de articular esa estrategia latinoamericana que mencionamos en Chile. Respecto de la Conferencia Mundial, creo que el hecho que realizarse en América Latina, logró posicionar dentro de la agenda global de la Conferencia, el tema indígena. Los medios de comunicación tomaron nuestra agenda como parte de su agenda, tal vez por lo novedoso, sin embargo, creo que era un paso necesario. La evaluación que hago, tanto desde los organizadores en México como en América latina, es que sí, había mucho interés en que los pueblos indígenas y afro descendientes tuviéramos presencia y voz, con presencia más allá del folclore, porque si bien es cierto los medios de comunicación usaban de cierto modo la imagen de los pueblos originarios, porque era lo que vendía, tener voz y mostrar la realidad de cómo la epidemia está afectando a nuestras comunidades era muy importante.

Ha sido una responsabilidad muy grande...

Así es, muy grande, pero compartida con otros colegas, porque ahora tenemos la responsabilidad de continuar el trabajo. Recuerdo que previo a la Preconferencia, personalmente yo tenía miedo, temores, angustias de no poder articular, pero en un minuto me di cuenta de que sí, habíamos hecho un trabajo extraordinario en la gestión de movilización de recursos que nos permitió traer a más de 125 personas becadas por nosotros, incluyendo las inscripciones, hospedajes y alimentación, que es muy difícil, particularmente pensando en un país que tiene complicaciones por la migraciones.

Seguro sentías muchas presiones...
Sí, tenía muchos dolores internos, me dolía que esto se fuera a acabar y eso me llevo a acudir con una psicoanalista. Ella me decía que, al parecer, lo que me estaba doliendo era algo que se estaba terminando. En realidad, no era algo que se estaba terminando, sino que algo que estaba comenzando. Ahora, sí, en la calma de este descanso que estamos tomando, pienso que debemos dar seguimiento en cada país con sus iniciativas particulares. Ya no hablamos de juntar a la gente en México, sino que cómo incidimos en los gobiernos locales, que en muchos casos como es el chileno que no se reconoce la realidad de los pueblos indígenas, como en muchos otros casos son enunciados como prioridad nacional, pero en la esencial, en la política pública, seguimos siendo invisibilizados.

¿Cómo sentiste el impacto político?
Muy fuerte, creo que la legitimidad política que le dio el Secretario de Salud de México al comprometerse con nuestra agenda en México, tendiente a establecer indicadores que nos permitan saber la realidad epidemiológica de los pueblos indígenas frente al VIH/SIDA, fue un paso muy importante y nuestra prioridad será vigilar que eso se cumpla. Ahora que estoy en el post parto de los eventos (Preconferencia de Pueblos Originarios y Conferencia Mundial del SIDA), siento que dimos un paso, porque en términos organizacionales hubo una fuerte movilización en término de incidencia política, logramos destrabar muchas situaciones en un alto nivel de la política, el problema de los visados, logramos sentar a líderes importantes en términos de salud, gobiernos estatales, funcionarios que tienen que ver con el asunto indígena en el país y gobiernos como el de Canadá, personeros como los del Banco Mundial, ONUSIDA, UNICEF, actores que tradicionalmente no habían abordado el tema. Se cumplió la agenda y creo que debemos descansar un poquito. Para nuestros delegados creo que la Conferencia cumplió muchas expectativas, porque América Latina se visibilizó.

¿La presencia de Chile en los eventos?
Muy bien, diría que en términos de liderazgo, destacó especialmente Willy Morales de la organización Kelwo de Chiloé. Él fue una figura tangible, mostrable, que articulaba un discurso. Creo que él fue un poco el balance de la presencia mexicana. Creo que la comunidad afro también estuvo presente, peleó por un espacio, pero Willy siendo indígena mapuche, creo que jugó un rol super importante en la Conferencia. Por otro lado, haber involucrado e invitado a autoridades locales como el Cacique Mayor, Don Armando Segundo, logró legitimar, porque por primera vez las autoridades locales pueden legitimar un discurso y una problemática. Eso en muchos lugares, incluyendo a México, no se logra aún.

¿Cómo evaluas los otros liderazgos?
Muy activos, como el de Marina Carrasco, Vasili Deliyanis, personajes que ahí estuvieron, que articularon su propia agenda, apoyando y respaldando finalmente la agenda de Pueblos Indígenas. Creo que Chile fue uno de los países que trajo más delegados a la Preconferencia, dándose de una manera natural y lógica, porque Willy hizo un trabajo extraordinario de cabildeo, de supervisar que actores como Juanita cheukepan, lograran asistir a la Preconferencia. Por otro lado, me da mucho gusto la presencia de Argentina, aunque no asistió una delegación indígena, pero participaron investigadores y eso es una parte fundamental.

¿Cómo viste la participación de las comunidades afro?
Muy bien, porque entre Centro América y Uruguay, logramos tener una voz. Al final, la estructura de cómo quedó el Secretariado Internacional, será una figura que podrá asegurar la continuidad de los siguientes pasos de nuestra agenda. Creo que la participación de todos y todas está asegurada, porque habrá puntos focales en cada país y puntos focales regionales. Estaremos pendientes e intercambiando información.

Otro de los actores, más bien las actrices, presente en estos eventos, fue la comunidad muxhe de Juchitan, ¿cómo la viste?
Nuestra presencia tiene su historia... Hace más o menos dos años se creó una obra de teatro que se llama “Mujeres de Juchitán” y previa a ésa hubo una que se llamaba “Intrépidas frente al SIDA”. En la de “Mujeres de Juchitán”, creada por una amiga muxhe, Felina, que en la Aldea Global se presentó exitosamente. Se trata de una obra que se da en lengua zapoteca y narra las vivencias de mujeres amas de casa en relación al VIH/SIDA. Aquí el tema es que logramos traer a los actores que iniciaron esa emblemática obra de teatro, a los históricos y cuando planeábamos la delegación del Ismo, pensábamos en como hacer una especie de homenaje a los actores claves que han significado en la lucha. Esta presencia, reforzaba por un documental que se llama “Muxhe”, coronó la presencia de nuestra comunidad en las actividades.

Tú eres muxhe y líder de la comunidad, ¿cómo sentiste tu particular participación?
Intenté no sentir algo que hemos conversado contigo en el transcurso de la Conferencia, que es la soledad de las luces y el liderazgo. Eso quedó muy presente en mi caso, porque siempre he buscado abrir paso a otros liderazgos y repartir esa responsabilidad de representación, logré mostrar a la comunidad muxhe con una multiplicidad de voces y colores. Creo que la comunidad muxhe logró un rol muy importante. En lo personal me siento muy cansada, pero muy satisfecha con los logros alcanzados. No he tenido mucho tiempo para aterrizar todo lo que viene por delante.

¿Cómo asumes el reconocimiento que recibes?
Un poco excesivo y peligroso, porque es momento de estar más bajo perfil, con menos visibilidad. Yo necesito un tiempo para mí, muchas veces me siento agobiada, porque debo resolver muchas cosas y queda poco tiempo para la pareja, para el amor, en fin, cuesta desconectarte de todo. De todos modos, creo que una de mis responsabilidades es crear las condiciones para que se realice la Conferencia Mundial en Bolivia.

Existen activistas más críticos que ven estos eventos como una gran oportunidad, no para las organizaciones, sino que para la industria y el mercado del VIH/SIDA, ¿qué piensas tú?...
Evidentemente, la IAS (Sociedad Internacional del SIDA) tiene un gran problema y es que se ve dentro del sistema. Eso no debe extrañar porque estamos en un sistema globalizado y funciona muchas veces como una empresa. Sin embargo, pienso que realizar la Conferencia Mundial del SIDA en México, encarece todo, el hospedaje, la alimentación, los pasajes, existe un derrame económico alrededor de todo esto impresionante. Creo que ahí se pierde una parte humana, como son los temas indígenas. Piensa tú, que el tema de los pueblos indígenas no es prioritario para la IAS, por eso debemos organizar una Preconferencia de Pueblos Indígenas, buscando visibilizar el tema. Creo que las Conferencias son un gran reto, pensando que muchos activistas del mundo no logran venir a estas conferencias por lo encarecido que es. Entonces, cuando hablamos de que esto llegue a la comunidad, muchas veces no ocurre.

¿Es importante realizar las Conferencias Mundiales del SIDA?
Creo que sí, porque es cuando se reúne la gran masa que ha respondido a la epidemia en el mundo, aunque los pueblos indígenas no hemos querido seguir ese juego, sino más bien, ir en una línea que logre consolidar nuestra propia agenda y dialogar directamente con los organizadores. Nuestro reto es tener un diálogo franco y abierto con todas las instituciones, incluida la IAS, pero desde nuestra propia agenda, rompiendo así sus prejuicios y su moralina institucional. Esa moralina institucional que se dicta desde Ginebra, lugar desde donde se toman las decisiones más importantes. Creo que se debe romper el eje de la toma de decisiones del centro.

Hubo problemas de visados con algunos de los representantes de pueblos originarios y chichas trans. ¿Cómo viste al sistema político y gobernante mexicano respecto de resolver estos problemas de la Conferencia?
Un poco ignorante en la entrega de visados, por ejemplo, obstaculizando la entrada a varias representantes de pueblos indígenas, porque no tenían cuenta bancaria, por ejemplo. Esa es la realidad que tenemos y hemos pedido disculpas a quienes se han visto afectados.

Tuvieron que pasar 16 Conferencias para que, por primera vez, se realizara la Conferencia Mundial del SIDA en América Latina. ¿Qué implicancia tuvo este hecho?, ¿Qué cambios se sintieron?
Uno de los temas más controvertidos fue el idioma oficial, el inglés, porque justamente el gran negocio es el de la lengua. Creo que la Conferencia misma no se vuelve del Gobierno ni del país donde se realiza, los gobiernos federales como locales, se vuelven coayudantes de los organizadores...

Claro, pero fue notorio el oportunismo político del gobierno mexicano en la inauguración y en otros actos...
Absolutamente, pero también es cierto que los activistas implementamos una política del ganar – ganar. Era un escenario propicio para que el Presidente de la República se reúna por primera vez con activistas del país y se logró. Efectivamente, durante la realización de la Conferencia, el Presidente de la República y el Secretario de Salud, tuvieron toda la información para hacer grandes anuncios respecto del VIH/SIDA en el país. Se hicieron algunos anuncios como lo de las plantas para fabricar medicamentos, porque se dice que en México existe acceso universal, pero no es cierto. Aquí existe un 70% de acceso y falta una gran cantidad de gente que no sabe o desconoce como llegar a los servicios.

¿Qué impacto tuvo la Conferencia en México?
Por la presión internacional, se obligó al Presidente a anunciar que cualquier país que está produciendo genérico a menor costo, puede instalar una planta en el país o venderlo a México directamente. Eso generará mayor cobertura. Creo que otro de los retos era vincular el VIH con la sexualidad y la educación. Al respecto, hubo un tratado, una junta de Ministro, tanto de Salud como de Educación de América Latina, firmándose un convenio para que ese tema se incorpore a la agenda. Es una enunciación que conviene a quienes estuvieron representados ahí, aunque nuestro gran reto es exigir que se cumplan los compromisos. Necesitamos vincular educación, sexualidad y VIH/SIDA, porque así las nuevas generaciones podrán enfrentarse de otro modo al SIDA.

En 2010 se realizará la Conferencia Mundial del SIDA en Viena, ¿qué expectativas existen para llegar a este escenario?
Desde mi perspectiva y como parte del Secretariado Internacional de Pueblos Originarios, Viena no está en la mira prioritaria de nuestra agenda como sí lo fue México 2008. Ahora nuestra apuesta es llegar a construir un trabajo articulado en nuestros países y juntarnos en Bolivia y desde ahí hacer un pronunciamiento mundial antes de Viena. Yo creo que en Viena será un contexto muy complejo por todo lo que significa realizar la Conferencia Mundial en un país desarrollado, donde la agenda indígena se va a perder, porque no habrá gente que empuje la agenda cultural y territorialmente.

¿Qué acciones concretas para el futuro existen?
Muchas, producir materiales, un video que intentamos realizar durante la Preconferencia de Pueblos Originarios, un libro, hacer materiales para que queden en la memoria. Apoyar estrategias preventivas muy puntuales en los países que lo requieran.

La prioridad entonces es la Conferencia Internacional de Pueblos Originarios en Bolivia...
Exactamente, porque ese fue el compromiso del Secretario Internacional.

Una Conferencia Internacional que por lo demás se realiza en un país cuyo gobernante es indígena...
Ahí está el reto de la Conferencia, de pensarse en América Latina, por eso creo que realizar la Conferencia Internacional Bolivia con Evo Morales de Presidente, dará mucha legitimidad a nuestro trabajo. Eso nos ayudará a posicionar nuestra agenda en las redes internacionales de pueblos indígenas. Yo estaré en diciembre en Bolivia y existe resistencia para dialogar. Creo que debemos partir con estrategias locales para así armar una agenda internacional. Creo que los Puntos Focales nos debemos reunir con Evo Morales para que acepte recibir la Conferencia Internacional de modo oficial.

Habrá que encomendarse a todos los dioses y diosas para que a Evo no lo tumbe la derecha boliviana entonces...
Yo creo que no, porque existen muchas cosas a su favor. Espero que no, existe una derecha muy prejuiciada en ese país, pero creo que es la oportunidad para Evo de romper el discurso de la derecha. Ya no se trata sólo de hablar de la nacionalización, de la coca, sino que también de la sexualidad, del VIH/SIDA, mostrando un rostro distinto del propio Evo y el propio país.

¿Algunas palabras finales para Chile?
Más que palabras, una preocupación. Me inquieta que no se logré apoyar al movimiento indígena respecto del VIH/SIDA. Creo que a Chile le falta dar esa voz exactamente cuando se requiere y no disimular que se tiene. Yo me refiero al Gobierno de Chile como tal. Esa simulación gubernamental debe romperse. Buscaremos los canales para que así sea.

San José del Pacífico, Oaxaca, agosto de 2008

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